Inició la COP. Me tomó una hora llegar
desde mi hotel hasta el hotel oficial de la ruta 7 situado rumbo a Playa del
Carmen, esto resultó no ser tan malo. Parece que el tiempo de traslado fue
mayor desde hoteles situados a menor distancia, algunos tardaron dos horas o más en llegar a
los recintos oficiales. En la inauguración estuvo el presidente Calderón, desde
el domingo dos carriles de la la carretera entre Cancún y Playa del Carmen
fueron cerrados y dedicados exclusivamente al transporte de la COP –por la
tarde los carriles ya se habían abierto-; me pregunto si consideran las
emisiones del tráfico extra para la huella de carbono. El taxista que me llevó
al hotel me dijo “…que bueno que no va al aeropuerto ahorita se tarda uno más
de dos horas”, el recorrido normalmente toma como cuarenta minutos”. En el
primer evento paralelo al que acudí sobre las tres convenciones de Río (Cambio
Climático, Diversidad Biológica y Combate a la Degradación y Desertificación)
dos de los cuatro oradores no llegaron debido a los problemas de transporte. Algunos
ya llaman al recinto el Cancún “Mess” (desorden).
Los eventos paralelos son presentaciones
sobre un tema específico organizado ya sea por un país, ONG, universidad u
organización internacional que ocurren al mismo tiempo que las negociaciones
oficiales (Lista de eventos paralelos: http://www.cop16.mx/es/participantes/eventos-paralelos-y-exhibiciones/);
estos son espacio incluyente que sirven para el dialogo entre la comunidad
observadora del proceso y las delegaciones oficiales. Al final de algunos
eventos paralelos los organizadores ofrecen un refrigerio, es curioso ver como
los asistentes nos abalanzamos sobre la comida de forma desordenada. En cierto
sentido es un reflejo de cómo usamos nuestros recursos naturales; difícilmente
hacemos fila, a veces algunos tomamos más alimentos, en otras veces nos toca
menos y a veces no nos toca nada. También puede ser una muestra del costo que
tiene la comida “oficial” en el recinto;
en el Moon Palace parece excesivamente alta. Una amiga de la delegación
oficial de Pakistán se quejó que el domingo no almorzó pues su presupuesto no
alcanzaba a pagar los $40 dólares que costaba el almuerzo, además lamentó no
haber llevado un sweater más grueso pues el aire acondicionado era gélido. Para
países en vías de desarrollo y menos desarrollados el tema económico es
importante, para nosotros también debería serlo, finalmente es nuestro dinero
como contribuyentes el que se va en esos “lujos”. Comparativamente la comida en
el Messe no es tan cara, si se considera que una hamburguesa que cuesta $90
pesos es aceptable; no la he probado
pero comparado con Copenhague, el precio es similar al precio que pagábamos en
euros, con la diferencia que México no es Dinamarca.
La separación de personas, y en este caso
delegaciones, por cuestiones económicas –en diferentes hoteles distantes de
bajo y alto presupuesto- es, como dicen unos amigos de la Universidad de Yale la
peor segregación que puede haber en estos procesos; ellos incluso tienen una
apuesta para ver cuántos días los países menos desarrollados aguantan antes de
dejar algunas de las mesas de negociación debido a esta separación informal. En
algunos de los hoteles los huéspedes tampoco tienen acceso a internet
permanente, todo cuesta. En México este tipo de tratos en lugares exclusivos (que en realidad son excluyentes) no nos sorprenden;
desafortunada y peligrosamente los vemos como algo normal –y hasta deseable: de otra forma no entiendo las típicas
aglomeraciones afuera de bares y discotecas-.
Es de esperar que la mayor parte de los
acuerdos a los que se pueda llegar ya hayan ido preparándose desde las reuniones
previas a la COP, obviamente las negociaciones aquí no empiezan de cero. Las
cuestiones del transporte y de cómo se organizó el hospedaje y la logística
serán anécdotas que quedarán en el olvido;
habrán dejado beneficios para algunos y servirán de referencia sobre lo
que sí o no se debe hacer hacia la COP17 (Durban, Sudáfrica). Lo realmente
importante a nivel mundial serán los acuerdos que se logren.
La
reunión durará dos semanas, en la primera semana las delegaciones trabajarán en
los textos, al final de la primer semana
podremos tener una idea de cuáles pueden ser los resultados; alrededor del principio
de la segunda semana llegarán los ministros de medio ambiente –y funcionarios
de más alto nivel- y si la cosas van bien en los últimos días llegarán los
presidentes, esto sería una buena señal. Habrá que dar seguimiento a las mesas
de diálogo más importantes las cuales se centran sobre la discusión del futuro
del Protocolo de Kioto y el establecimiento de un acuerdo de colaboración a
largo plazo.
Si quieren seguir con detalle las
negociaciones les recomiendo suscribirse a la siguiente página para recibir una
actualización diaria:
También pueden participar “virtualmente”
desde el sitio de la UNFCCC
Lunes 29 de Noviembre 2010.
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